Capítulo 01.
Sonó el despertador anunciando que eran las 6 am y que ya era la hora de levantarse. Jimin abrió los ojos un poco y todavía adormilado estiró su brazo para apagar la alarma, antes de que siguiera sonando más y despertara a Ayla.
Ayla estaba a su lado y dormía boca abajo en posición de ranita.
Jimin se frotó los ojos con sus manitas y bostezó, después se tomó unos momentos para apreciar la belleza de su bebé. El cabello de Ayla, o bueno, lo poco que tenía, era de color castaño, sus ojos eran marrones y muy hermosos. Su naricita era respingada, sus cachecitos eran gorditos al igual que su cuerpecito, su piel blanca, sus labios gruesos y rositas al igual que los de Jimin.
Realmente era una verdadera preciosura ante los ojos de su padre y hasta le daban muchas ganas de comerla a besos.
—Te amo —susurró mientras le acariaba la mejilla con el dorso de su mano.
Luego de acomodar a Ayla, poniéndola boca arriba y poner almohadas a los lados, se levantó de la cama y se metió al baño. Se dio una ducha rápida con agua caliente, se colocó una bata de baño y salió de ahí. La bebé seguía durmiendo pero no tardaría mucho tiempo, exactamente a las 6:40 am se despertaba para que la alimentara.
Jimin fue a la cocina y preparó un biberón, volvió a la habitación y dejó la mamila sobre el mueblecito del lado de la cama. Se dirigió al clóset y luego de elegir la ropa que usaría, se la puso. Justo al terminar de vestirse la pequeña se movió y empezó a sollozar.
El de ojos azules se acercó a la cama, tomó a la pequeña en brazos, seguido tomó el biberón, empezó a darle la fórmula y de inmediato se calmó. Minutos después la bebé terminó la leche y Jimin le sacó el aire dándole algunas palmaditas en la espalda. Ayla volvió a quedarse completamente dormida, esta vez no la dejó en la cama, sino, la recostó en la cuna.
Tenía que hacer varias cosas en la casa antes de ir a la entrevista de trabajo. Así que luego de acostar a su bebé en la cuna se puso manos a la obra. Terminó de hacer las cosas que debía hacer; como lavar la ropa, lavar los trastes, ordenar la casa, etc. Y ahora estaba en la sala de estar, sentado en el sofá con Ayla en brazos, la alimentaba, luego de darle el biberón observó la hora en la pantalla de su teléfono.
Eran las 8:00 am.
—¡Ya es tarde! —dijo en voz alta haciendo que la pequeña se asustara y empezara a llorar—. Amor, lo siento.
Le dio un beso en la sien y empezó a arrullarla mientras hacía un sonido para calmarla, después de unos momentos lo logró.
—Okay amor, debemos irnos ya.
✧✦✧
—Muchas gracias por cuidarla hoy. En verdad —dijo Jimin a su mejor amigo, Taehyung.
El rubio tenía en brazos a Ayla y la pañalera en su hombro.
—No es nada
—Okay, vuelvo al rato.
—De acuerdo.
—Cualquier cosa me llamas por teléfono.
—Lo haré, pero vete ya o llegarás tarde a la entrevista de trabajo.
Jimin asintió y se dio la vuelta. Taehyung cerró la puerta.
—¿Lista para pasar unas horas junto al tío Tae?
La pequeña Ayla le sonrió.
—¡Yo también! —le dio un beso en la mejilla.
✧✦✧
Jimin emprendió camino al lugar en dónde tenía la entrevista de trabajo, le costó mucho tiempo y esfuerzo conseguirla ya que esa empresa era una de las mejores empresa de publicidad del país. Y no todos los días habían vacantes disponibles para ser uno de los diseñadores gráficos de la empresa.
La lluvia comenzó a hacerse presente, de la nada prácticamente empezó a llover pero por suerte, Jimin ya estaba en la parada de autobús esperando a que el transporte público pasara.
Había otro hombre más a su lado, pero ni siquiera le prestó atención a decir verdad. Jimin miró la hora en su teléfono y eran las ocho de la mañana con quince minutos. Su entrevista era a las ocho treinta. No tenía tiempo para esperar el autobús, debía tomar un taxi.
Comenzó a hacerles parada a los taxis que pasaban por la calle pero ninguno se detenía. El otro hombre también necesitaba un taxi, pero al igual que a Jimin ninguno le hacía caso.
El ojiazul volvió a ver la hora, eran casi las ocho y media. En su cara podía reflejarse la desesperación.
—¿Es que acaso no quieren ganar dinero y por eso no se detienen? —dijo Jimin en voz baja.
Un taxi venía acercándose.
—¡Taxi! —gritaron los dos al mismo tiempo.
Jimin se giró levemente para ver de dónde venía esa voz externa, era el hombre que estaba a sólo dos pasos de él. Ambos miraron al taxi, este se había detenido tres metros más abajo de la parada.
Los dos chicos se miraron y ambos ya sabían lo que iba a pasar a continuación.
Pelear por el taxi.
Corrieron hasta el taxi y sujetaron la manija de la puerta al mismo tiempo. Jimin ligeramente analizó con la mirada al contrario, era pelinegro con el cabello hasta los hombros, su piel era blanca, llevaba un traje color azul, no lo iba a negar era bastante atractivo.
Empezaron a forcejear un poco, para que el otro soltara la manija, pero ninguno accedía. Pasaron unos segundos más y ninguno dejaba que el otro abriera la puerta. Aunque eso significaba que se estaban mojando.
—En verdad necesito el servicio, estoy llegando tarde a una cita muy importante —le habló por primera vez el hombre de rulos, lo hizo de una manera amable y educada.
—Yo también y no estoy mintiendo, en verdad estoy llegando demasiado tarde —intentó abrir la puerta.
—Yo lo necesito aún más —aseguró cerrando la puerta.
—Le aseguro que yo lo necesito mucho más que usted.
—¿Hacia... —su pregunta se quedó incompleta en el aire ya que el taxista habló y lo interrumpió.
—Oigan, tengo cosas que hacer. Deben decidirse quien se quedará con el servicio —les dijo el señor algo impaciente desde adentro del coche.
El pelinegro estaba del lado derecho de Jimin, volteó a ver al taxista y se inclinó un poco hacia la ventana.
—Por favor denos un segundo —pidió.
En ese instante en que él se distrajo y soltó la manija, Jimin aprovechó para abrir la puerta, escabullirse y entrar al taxi. Cerró la puerta enseguida y ya dentro suspiró aliviado.
El taxista encendió el auto y lo puso en marcha.
El ojiazul ni siquiera vio la reacción del otro, bueno no quería verla ya que comenzó a sentirse mal por haber hecho eso.
—¿A dónde lo llevo?
—A la agencia Jeon.
—¿La de publicidad?
—Sí, esa misma —confirmó mientras revisaba que la carpeta estuviera en buen estado.
✧✦✧
El ojiazul había llegado a la agencia, rápidamente entró al edificio. Se paró frente al mostrador de la recepción, atrás de la chica se podía ver el logo de la empresa, era una J y N ambas letras unidas adentro de un círculo color negro.
La recepcionista atendía una llamada, estaba de perfil, era una chica de tez blanca, cabello negro largo y ondulado, usaba un flequillo, no era muy alta. Ella vio a Jimin y le hizo una seña con la mano para que le diera un momento. Él asintió con la cabeza, para matar el tiempo se puso a ver los alrededores.
Las paredes de la recepción estaban pintadas de color blanco y de color vino, luego devolvió su mirada a la recepcionista, notó que tenía un uniforme de color negro, pero con algunas partes de color vino. Bastante lindo cabe decir, combinaba perfectamente con la decoración de la agencia. Eso hacía que el lugar se viera bastante elegante.
—Sí, claro señor, muchas gracias por preferir a nuestra agencia, tenga un excelente día —la chica dijo con una sonrisa y terminó la llamada.
Llevó su atención a Jimin.
—Hola, buenos días. Lamento mucho haberlo hecho esperar —se disculpó—. ¿En qué puedo ayudarle?
—Buenos días, tengo una cita, bueno... —se corrigió al instante—. Más bien tenía una entrevista de trabajo con el director general hace unos veinte minutos, pero tuve unos inconvenientes y me demoré. ¿Es posible que aún pueda hacerla?
Estaba preocupado, ya que sí había perdido la única oportunidad que tenía para conseguir este empleo, sería demasiado trágico, ya que en verdad necesitaba mucho el trabajo.
La chica notó la preocupación en la cara de Jimin, así que le sonrió amigable.
—No se preocupe, el director general no ha llegado todavía, parece que tuvo un contratiempo, por lo que su entrevista aún está en pie.
En ese momento Jimin cerró los ojos y soltó el aire que no sabía en qué momento había contenido.
—¿Viene por el puesto de diseñador gráfico en el área creativa? —preguntó curiosa.
—Si, así es. Sólo espero quedarme con el puesto.
—Seguramente que si lo hará —le dio ánimos.
—Gracias. Mmm, ¿será que me podría decir dónde queda el baño?
—Claro que sí, está en el siguiente pasillo —señaló al frente—. A la izquierda.
—Gracias.
Jimin se dirigió al baño, desapareció de la vista de la recepcionista.
Unos segundos después ella escuchó unos pasos. Llevó su vista a la entrada.
—Buenos días director Je... on.
El tono de su voz se fue apagando en las últimas sílabas, cómo si fuera un robot que se había quedado sin baterías, frunció el ceño al ver que su jefe llegó todo empapado.
—Buenos días Hyunah.
—¿Pero qué le sucedió?
—Un pequeño inconveniente con la lluvia —simplificó—. Por favor, dile al conserje que limpie el agua que estoy dejando en el piso —dijo, pues era peligroso pasar por ahí si el piso estaba mojado, alguien podría caerse.
—Sí, como usted diga.
El director general siguió su camino, subió al elevador para dirigirse a su oficina y Hyunah llamó al personal de limpieza.
Cinco minutos después regresó Jimin, vio como un hombre ya mayor, estaba trapeando el piso, así que rodeó el área en donde el señor se encontraba y se acercó nuevamente a donde estaba la recepcionista.
—El director general acaba de llegar —le anunció la pelinegra—. Así que puedes pasar y hablar con su secretaria para decirle que vienes por la cita de trabajo.
Jimin le sonrió nervioso y asintió con un gesto suave de cabeza.
—De acuerdo, muchas gracias —se dio la vuelta para empezar a caminar.
✧✦✧
—Jungkook, ¿por qué llegaste tan tarde? No estuviste en la presentación que le hicimos a los de Barely Shop.
Dijo Seokjin entrando al despacho de su amigo y jefe, él era el director creativo de la agencia y también la mano derecha de Jungkook. El de cabello castaño tenía su mirada puesta en una carpeta que le iba a entregar mientras avanzaba hacia el escritorio, alzó su vista y abrió la boca con sorpresa.
—¿Qué fue lo que te sucedió? —quiso saber curioso—. ¿Te veniste caminando hasta aquí bajo la lluvia?
Jungkook se estaba colocando una camisa color blanca, ya que siempre mantenía algunos trajes en su oficina por si llegaba a necesitar cambiarse de ropa, como hoy había sido el caso.
—Sí.
—¿Y tu auto?
—Se averió cuando venía en camino —explicó.
—¿Y por qué no pediste un taxi?
Jungkook miró a su amigo y recordó el incidente con aquel chico grosero, sí, aún estaba algo molesto. Pues hace unas horas al salir de su casa y avanzar algunas cuantas calles, su auto se apagó y no encendió. Empezó la lluvia pero por suerte estaba cerca de una parada así que se refugió ahí y llamó a un trabajador para que fuera por el auto y lo llevara a arreglar.
Luego de varios minutos en la parada y llamando a los taxis sin éxito alguno, uno se acercó así que no dudó en gritar "taxi" para hacer que se detuviera. Lo consiguió al parecer ya que se detuvo. Pero no contaba con que aquella persona que estaba ahí a su lado iba correr hacia el taxi.
Jungkook estaba seguro de que él había sido quien hizo detener el taxi, ya que su voz se escuchó por encima de la del otro chico. Después de pelear de forma infantil y estarse mojando por intentar abrir la puerta, pensó en proponer una solución.
Le diría al chico que compartieran el taxi si se dirigían por casualidad a la misma dirección o pasan por alguna calle en similar. Una solución bastante justa para los dos, pero en cuando lo iba hacer el taxista lo interrumpió y ya no pudo volver a hablar porque cuando se descuidó un momento, aquella persona se subió al taxi dejándolo a él bajó la lluvia.
Después de ese incidente ningún otro taxista quiso pararse, por lo que no le quedó de otra más que llegar caminando hasta la empresa.
—Ninguno quiso parar —respondió y terminó de colocarse la camisa.
Fue a su escritorio, se sentó, se colocó sus lentes de lectura y abrió su laptop.
—¿Qué dijeron los ejecutivos? —preguntó serio con la mirada en la pantalla abriendo algunos correos.
—Primero debo mencionarte que se enojaron y dijeron que era algo poco profesional por parte de la agencia que el director general no fuera quien diera la presentación a un proyecto bastante importante.
El director creativo hizo una leve pausa y prosiguió.
—Me disculpé con ellos por tu ausencia, tuve que mentirles, les dije que tuviste un importante problema familiar que requería tu atención inmediata. Después de eso ellos entendieron la situación, así que hice la presentación.
—Bien, me disculparé por no haber estado presente —dijo en un tono neutro—. Y les agradeceré por confiar y haber firmado con nosotros.
—¿Cómo estás tan seguro de que firmaron? —el ojiverde se cruzó de brazos esperando la reacción de su superior.
Jungkook escribía algunas cosas en el ordenador, ni siquiera miraba a su amigo. Estaba redactando algunos correos.
—La propuesta era impecable, dudo mucho que no les haya gustado o que decidieran no firmar sólo porque el director general no estaba presente —argumentó.
Seokjin ladeó la cabeza y sonrió de lado.
—Por suerte tienes razón, les gustó bastante y firmaron el contrato, sólo falta que autorices comenzar con todo —le dejó sobre la mesa la carpeta con los documentos—. Cuando los firmes vendré por ellos.
—¿Eso es todo?
El teléfono de la oficina empezó a sonar, Jungkook tomó el teléfono de mesa y contestó.
—Director, le recuerdo que tiene varias entrevistas con los aspirantes al puesto de diseñador gráfico —le comunicó su secretaria—. Ya están aquí esperando.
Jungkook cerró sus ojos y llevó su mano libre a su frente dándose ligeros masajes circulares. Se le había olvidado por completo que tenía que realizar esas entrevistas.
—En cinco minutos haz pasar al primero —le ordenó.
—Como usted diga.
Colgó el teléfono.
—Yo ya me voy, debo revisar algunos proyectos —dijo Seokjin levantándose de la silla.
—De acuerdo.
El director creativo salió del despacho, el pelinegro comenzó a revisar los documentos que Seokjin le dejó.
✧✦✧
Jimin estaba totalmente nervioso e impaciente sentado en los sofás de la sala de espera de la oficina. Él sería el número dieciocho en pasar, el último mejor dicho y en más de dos horas un total de quince personas, tanto hombres como mujeres ya habían realizado la entrevista con el director general.
Así que estaba agobiado, realmente eran muchas personas que querían el puesto de diseñador gráfico. Pasaron unos minutos más y el antepenúltimo aspirante pasó al despacho. Pronto sería el siguiente, eso lo puso más nervioso, comenzó a comerse las uñas de su manita derecha y a mover su pierna de manera impaciente.
✧✦✧
—Gracias por venir, nosotros te llamaremos —dijo Jungkook y le entregó su currículum.
Ella asintió, lo tomó y se puso de pie. Salió por la puerta. El director tomó el teléfono y marcó a su secretaria. Quería saber si quedaba alguna persona más por entrevistar.
—¿Queda alguien más?
—Sólo quedan dos más.
Jungkook revisó la hora en el reloj que adornaba su muñeca derecha. El retraso que tuvo con su auto había afectado sus planes para ese día. Tenía una reunión importante en media hora con clientes extranjeros y si hacía esas entrevistas no llegaría a tiempo y mañana no iba a poder entrevistarlos. Pero no había nada que no tuviera solución.
—Informa a los últimos dos aspirantes que lo siento mucho pero que no podré entrevistarlos hoy. Avísales que el miércoles a las 10 am les haré la entrevista de trabajo. Diles que aún no se ha elegido a nadie y que por lo mismo su entrevista también se tomará en cuenta para el puesto.
—Enseguida señor.
✧✦✧
—¿Cómo te fue? —preguntó Taehyung a Jimin.
El ojiazul se sentó en el sofá de la sala de estar, en la casa del rubio. Tenía a su bebé en brazos, le estaba dando de comer.
—Me cancelaron la entrevista.
—¿Por qué?
—El director general tenía algo que hacer y no pudo entrevistarme a mí y a otro más que quedaban por entrevistar. Pero la secretaria nos dijo que nos presentáramos pasado mañana y que de igual forma nos harían la entrevista para el puesto.
—Eso es bueno.
—No lo sé Tae, a lo mejor en estos días eligen a uno de los que si pudieron entrevistar y entonces habré perdido mi oportunidad —habló cabizbajo.
—Pero si te dijeron que fueras es porque quieren entrevistar a todos y tomarlos en cuenta para ver quién es el mejor capacitado. Además, deberías estar feliz, tienes un día más para prepararte.
Jimin miró a Taehyung y le sonrió.
—Tienes razón.
✧✦✧
Adaptación autorizada. Historia original de @-Queencard, gracias por permitirme adaptarla. 💗
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